Este lunes Telecinco da el pistoletazo de salida con La Voz 2, el talent show holandés producido en España por Talpa Media y Boomerang TV. Su primera edición se convirtió desde el primer programa en un éxito indiscutible. No obstante, no es oro todo lo que reluce. Así pues, para prepararnos para las nuevas entregas, voy a repasar los puntos débiles y los fuertes del formato en España.
LOS PUNTOS FUERTES DE LA VOZ
UN PRESENTADOR CARISMÁTICO
Jesús Vázquez y su bagaje en los platós son una gran baza para cualquier programa. En Allá Tú y en Operación Triunfo, ya hacía acopio de personalidad, seguridad e ilusión por su trabajo, por lo que a los espectadores nos hace sentirnos como en casa. Además, sus aptitudes en cuanto presentador se valoran aún más si tenemos en cuenta cómo se desenvuelve la tan atractiva como torpe presentadora Pilar Rubio. A pesar de mis buenas palabras hacia Vázquez, debo de admitir que no me gusta la grandilocuencia con que habla de su programa, como si se tratara de un fenómeno social, cuando en verdad lo único extraordinario son sus audiencias y la capacidad del presentador para vestir con atuendos cada vez más horteras.
EL TRABAJO DE POSTPRODUCCIÓN
Las dos primeras etapas, las audiciones a ciegas y las batallas, se grababan con anterioridad a la emisión con el fin de editarlas y aportar al programa más emoción y una cierta pizca de heroicidad. Lo cierto es que lo consiguieron. Los familiares emocionados, llorando o suplicando que alguno de los coaches (de aquí en adelante, "instructores", ya que el castellano cuenta con una palabra para designar esta realidad), los miembros del jurado vacilando entre quedarse o no con los concursantes, el público ovacionando al intérprete, etc. Todo ello irradia un ambiente propicio para continuar viendo el programa.
VARIEDAD DE EDADES, VARIEDADES DE ESTILOS
Rock, copla, dance, heavy-metal, pop... Muchos estilos musicales han coincidido en el plató. Asimismo, hay tanta variedad de edades y de personalidades que consiguen que La Voz obtenga el beneplácito de la audiencia, todo lo contrario a OT, cuyas últimas ediciones estaban repletas de adolescentes andróginos y ogros sedientos de reality.
LOS PUNTOS FUERTES DE LA VOZ
UN JURADO CON EL MISMO PERFIL
Ningún cantante en su sano juicio pediría consejo a David Bisbal, Rosario, Malú o Melendi sobre cómo orientar su carrera. La carrera de Rosario está muy alicaída, pero es comprensible que los concursantes copleros y amantes del flamencos la elijan. El problema viene cuando Malú, que remontó un poco su popularidad con Guerra Fría, o David Bisbal presentan un perfil muy similar. Luego, Melendi, por muy rockero que quiera ponerse, no llega ni a las suelas a Bruce Springsteen. Pero, al menos, el asturiano da juego y anima la insulsez de los otros miembros. Por desgracia, él se ha marchado y en su puesto tenemos a Antonio Orozco, del cual hablaré cuando vea el primer programa. Evitemos, pues, los prejuicios. Aún así, con su llegada se agrava la falta de variedad del jurado. En mi opinión, Amaia Montero, Alejandro Sanz, Fito Cabrales y Diana Navarro hubieran conformado un buen jurado, representando respectivamente el pop, la balada, el rock y el flamenco.
EL MISMO REPERTORIO DE SIEMPRE
En este punto seré breve. ¿Por qué siempre cantan las mismas canciones en todos los talents shows? Es importante para el triunfo de un programa que el público conozca los temas, pero me niego a pensar que la gente tiene una memoria y una cultura musical tan reducidas.
EL ESCENARIO Y LOS SILLONES CUTRES
Comparado con el de otros países, los sillones incómodos y cutres contrastaban con los acolchados, por ejemplo, del programa en el Reino Unido. El escenario de las audiciones y las batallas era austero en extremo, y el de los directos tan pomposo como tan poco explotado.
PROBLEMAS TÉCNICAS GRAVES
Los directos fueron sonrojantes. Muchos concursantes, muchas actuaciones, muchos errores. El sonido no se escuchaba como debía, los ambientes creados por las pantallas eran deficientes... Si hay algo grave y reprochable, es la nada solvente factura del programa. No se puede hacer peor. Ni que Telecinco fuera una cadena autonómica en sus últimas.
PUBLICIDAD Y OTRAS DECISIONES QUE DESVIRTÚAN AL PROGRAMA
Con un presentador que a cada rato publicitaba cualquier cosa, o con actuaciones propias de un karaoke donde los concursantes cantaban con los invitados, los instructores, los asesores y entre ellos lo único que el programa conseguía era la sensación de estar en una orquesta de cuarta. Asimismo, el hecho de que a los talents se les olvidaran la letra o estuvieran más perdidos que un pulpo en un garaje evidenciaba que las actuaciones estaban menos preparadas que nuestros políticos para sacarnos de la crisis. Todo ello hacía perder confianza y credibilidad en el formato.
TANI LLASERA
Sí, esta vez se trata de un nombre propio. No me cae mal la presentadora, pero su papel está de más. ¿Qué nos importa lo que digan las redes sociales de La Voz? Y, por supuesto, el programa sólo ofrece los tuits que le interesan. Sin comentarios.
EL GRAN PROBLEMA: FALTA DE RITMO, INTERÉS MENGUANTE Y PESADO
Las audiciones a ciegas son la única aportación al panorama televisivo del programa, mientras que la puesta en escena de las batallas es ridícula con ese paralelismo con el boxeo y el micrófono suspendido. Sin embargo, los directos sí que son insoportables, ya que el sonido y las actuaciones no están a la altura, pero para más inri muestran el mismo talent show de toda la vida, pero sin gracia. Por eso, sólo es recomendable ver las audiciones. Desde aquí, el interés por el programa mengúa. Por ello, en esta segunda temporada los miembros del jurado podrán "robarse" los triunfitos.
De todos modos, existe un inconveniente mucho peor. Junto con la excesiva duración del programa que termina bien entrada la madrugada, La Voz, al estar estructurada en fases, se hace pesada y cargante. ¿Te gustan las audiciones a ciegas? Pues aquí tienes cinco programas seguidos con audiciones y unas 100 actuaciones más o menos. ¿Te gustan las batallas? Pues aquí tienes tres programas enteros para que te sacies. ¿Te gustan los directos? Pues aquí tienes cinco programas, o busca en "modo salón" El Número Uno. Con una metáfora lo diré, me encanta el chocolate, pero eso no significa que desee alimentarme durante una temporada de chocolate nada más. A pesar de terminar empachado con tanta "voz", por si fuera poco , Telecinco estiró el chicle a base de resúmenes o adelantos, algunos de ellos precediendo a La Que Se Avecina, por lo que la serie empezaba cada vez más tarde.
Probablemente haya olvidado otro aspecto más, pero de momento podéis haceros una idea de que La Voz es un programa con cierto éxito por la novedad de las audiciones a ciegas, el marketing que ha recibido y porque a los españoles lo extranjero les gusta simplemente por venir de fuera, puesto que en verdad La Voz es programa sobrevalorado en el que una tropa de concursantes desfilan por el programa sin que nadie los conozca, ya que nada más abrir la boca los expulsan. Más vale veinte concursantes en mano que sesenta viniendo y marchándose. Como resultado, ningún espectador logra reternerlos en la memoria. Pero, ¿qué importa?, si Telecinco sólo busca enriquecerse, siendo el espectador un monigote.
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Desde aquí anunció que tras cada programa, haré una crítica de las actuaciones. Gracias por leer.
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