domingo, 8 de septiembre de 2013

Especímenes de la Universidad: la Croqueta Andante o el Enciclopédico en Pantuflas (2ª Parte)

Continuamos con la fauna estudiantil, que ya comenzamos en la entrada anterior. En verdad, el entorno de estos seres que os presento no se circunscribe al ámbito académico. Por desgracia, en cualquier lugar podrás toparte con ellos. A modo de aclaración, diré que el género que les he asignado es aleatorio, pues tales perfiles no entienden de sexos. Y, me atrevería a decir que no viven más que en el mundo de las ideas, puesto que en la vida real encontramos muchas variantes, pero ninguna es copia exacta de éstas. Así después de este instante platoniano, va siendo hora de continuar con los siguientes perfiles. 
PERFIL 3. LA CROQUETA ANDANTE
Antes de explicaros qué es una croqueta andante, he de aclarar que admiro a las amas de casa y que me encantan las croquetas. Dicho esto, ya estáis preparados para saber qué significa en mi cajón de palabras inventadas. Al igual que estos cilindros empanados, las croquetas andantes son duras por fuera, pero su caparazón se rompe fácilmente y, por tanto, queda al descubierto su interior blanco y blando. En su mayoría son mujeres, que por muchas aspiraciones que tengan, siempre acabarán con una única pretensión: freír croquetas y otras fritangas. ¿Por qué? Porque son pesimistas hasta el extremo. Según éstas, les sale mal y el mundo conspira contra ellas. Si suspenden un examen, la culpa es del profesor, ya que ha conjurado las fuerzas del averno para que no estudien sus alumnos durante el curso y así poder mandarlas a septiembre con toda la felicidad del mundo. Todo se debe a una razón conspiratoria, y todo incluye desde perder el autobús a acabar con salpicaduras de aceite en el delantal, pasando por ejemplo por olvidar mezclar la carne de pollo con la bechamel. Lloriquear o maldecirse es básico. 


PERFIL 4. EL ENCICLOPÉDICO EN PANTUFLAS
Por qué, por qué, por qué, por qué y por qué. Cuando se es un churumbel, tiene su gracia. ¡Qué mono con tanta preguntas! A los cinco años, tiene pase; a los diez, te lo tomas a coña; a los diecinueve dan ganas de utilizar insecticidas contra las cucarachas. "Pero, ¿por qué dices eso", me diría el enciclopédico en pantuflas. Quizá podemos perdonarlo si estudia periodismo, ya que debe sentir ese anhelo por saberlo todo. En ese caso, aconséjale que no es preciso esforzarse tanto. Además, ¿acaso es necesario ser periodista para acabar desempeñando sus tareas en un plató? Sólo hace falta gritar, humillar al resto de famosos y tener un affaire con la hija de la cuñada de la hermana de la madre de un torero. En realidad, no sé a quien me refería, pero la idea la habréis pillado sin problemas, ¿verdad? Si lo tuyo en ser honrado, no es necesario ni que te esfuerces, acabarás trabajando de camarero. 

"Venga, bloguero, ¿y a qué viene eso de las pantuflas?", diréis. Pues es sencillo. Para identificar tal espécimen, sólo te tendrás que fijar en qué pregunta. Cuáles fueron las influencias del cubismo, por qué España no participó de un modo activo en la Gran Guerra o cómo se produce un terremoto son cuestiones que nunca saldrán por la boca del enciclopédico. ¡Qué preguntas más tontas!, pensará él. 

¿Cómo convertirte en un enciclopédico en pantuflas?
-Pregunta mucho. Provoca la ira de todos. ¿Vale cualquier cosa? ¡No! ¡¿Cómo se te ocurre pensar eso?! No decepciones a los otros enciclopédicos. Pregunta por qué la tiza desaparece si pasas el borrador por encima, por qué el picante pica, o por qué no vuelan los perros. Perfecto. Si necesitas inspiración, lee la letra de Señorita de Abraham Mateo o el Aserejé de las Ketchup.
-Repite la misma pregunta. "Una duda, profesor. El ketchup es rojo, entonces, ¿por qué, si me mancho con él al comer hamburguesas, la mancha es roja? No lo entiendo, profesor.", sería una buena muestra en el caso en el que te dirijas a tu profesor. 


PERFIL 5. EL CHULOPLAYAS EN INVIERNO
¿Puede estar alguien más perdido que El Sueño de Morfeo en Eurovisión? ¿Puedo estar alguien más desorientado que Rajoy ante el COI argumentando por qué han de celebrarse las olimpiadas de 2020 en Madrid? Sí y sí. Se trata del chuloplayas en un aula. Vale, soy consciente de que se trata de una antítesis como decir "voy a combatir el paro subiendo los impuestos". Estamos ante aquel individuo que todo lo hace por ligar y sumar un trofeo amoroso más en su estantería, como hacía a los ocho años coleccionando los regalos del huevo Kinder. Las discotecas no son nada baratas, así que ¿por qué no aprovechar la clase para tales menesteres? Por suerte, las carreras ofrecen tiradas suculentas. Primer ejemplo: en clase de lengua, podría decir "te veo algo verde con la lengua, ¿por qué no te vienes a mi casa y te doy un buen repaso?". Segundo ejemplo: en clase de inglés, "como te manejes también con las ingles como lo haces con el inglés, lo vamos a pasar muy bien". Tercer ejemplo: en clase de anatomía, "guapa, lo tuyo sí que es anatomía, ¿quieres que hagamos alguna práctica sobre el aparato reproductor, y no me estoy refiriendo al radiocassette". Si se trata de una mujer, en este caso, no la llamaremos la chulaplayas, sino la chonichancletas, puedes espetarle algo así como "¿hay algo más cuadrao que un dos al cuadrado? Sí, tu cuerpo serrano." Craso error, ¿qué haces incluyendo una rima? Ni se te ocurra rimar nunca a no ser que seas de letras, sino los filólogos vendrán hacia a ti y te obligarán a escuchar el baile de los gorilas de Melody. En fin, seas chico, seas chica, seas enciclopédico en pantuflas, seas croqueta andante o seas galliforme pedante, más te vale no echar la caña así, si es que quieres salir indemne. Que fíjate, al resto de los mortales, nos importa lo mismo que si una pretendienta del Mujeres y Hombres y Viceversa se acuesta con su padre o su hermano (bueno, no, que la sociedad española es así de rara, y esas cosas les gustan). Bueno, en ese caso, a nosotros nos importa tanto si las chonichancletas o los chuloplayas sobreviven como a los políticos les preocupa las cifras de desempleo. 

PERFILES VARIOS
De momento, terminamos esta serie de dos entradas tituladas "Especímenes de la Universidad", pero podríamos haber hablado del Empollón Clásico, la Fiestera Hortera, el Cani de la Laca, o el Revolucionario Frustrado. Hay tantos perfiles como especies endémicas en la Península Ibérica, bueno cada vez hay menos. Así que según vuestra acogida, se ampliará el número de entregas o no. Cabe mencionar que la primera parte ha funcionado con bastante solvencia, así que un millón de gracias. 

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