lunes, 10 de marzo de 2014

MISTERIOS Y VILLANOS (Presentación)

Un nuevo lunes, una nueva semana y nuevas historias. Nunca mejor dicho. Si habéis seguido Villancicos y villanos o Febrero y Villanos, no os podéis perder la nueva temporada. Si no habéis leído nada de ellos, también podéis seguir la tercera, pues es totalmente independiente de las historias anteriores. La tercera temporada se llama MISTERIOS Y VILLANOS.

¿Misterios? Sí, efectivamente. En esta ocasión, los capítulos (siete, previsiblemente) no poseen un tono cómico e irónico, sino que han sufrido un giro de 180 grados. Los siete episodios vienen hilvanados por una muerte que enciende el recelo y las sospechas de los vecinos. Descubrir cómo, dónde, cuándo y, sobre todo, quién ha matado a un tal Isidoro dará cuerpo a la temporada. Sinceramente, no me es fácil escribir este tipo de historias, sobre todo, porque es la primera vez. Con todo, no me podía resistir después de leer varias novelas de Agatha Christie o deleitarme con Los misterios de Laura (TVE). 

Entre los cambios más destacables encontramos la brevedad de los nuevos respecto a los anteriores capítulos (salvo el primero y el último, no superan las mil palabras), el estilo será más sobrio, más serio, pero con algún toque irónico y de humor sutil... No obstante, cabría destacar que ahora en cada capítulo no se desarrollará lo que le suceden a los personajes en un día concreto, en el día en que se publica la entrada, sino que la historia abarca del 9 al 12 de marzo. 

ESTA NOCHE, A LAS 22:00, PUBLICARÉ EL PRIMER CAPÍTULO.
ARGUMENTO. Un disparo aparentemente casual y un hombre desaparecido romperán la rutina de la celebración de la misa y derivará en la búsqueda de respuestas. ¿Quién, cómo y por qué ha matado a un señor adinerado? Francisco, Emilio y Antonio se verán inmersos en una vorágine de dudas y sospechas hasta el punto de que sus vidas no volverán a ser las mismas tras el homicidio. 

Fragmento del CAPÍTULO 1.

A falta de veinte minutos para la misa del primer domingo de Cuaresma, el sacerdote de aquella ciudad del Levante español había ultimado los preparativos de la celebración: ya llevaba puesta la casulla morada y había repasado infinitas veces un pasaje bíblico del Evangelio según San Mateo. Concretamente, el de las tentaciones en el desierto. Inmediatamente, se deleitó con la lectura reposada de Diez negritos de Agatha Christie. Siempre fue un acérrimo lector de sus novelas y un adepto de Hércules Poirot y el Capitán Hastings. Asesinato en el Orient Express, La muerte de Lord Edgware, El asesinato de Roger Ackroyd… Todos ellos, repletos de misterios; pero, también, de villanos. [...]


Una vez disuelta la concurrencia, Antonio, Emilio y Francisco entraron a la iglesia. Silencio, bendito silencio. Los tres hombres quisieron degustar el silencio apaciblemente. Pero no. Pilar daba vueltas por la iglesia, buscando algo o alguien en el confesonario, en el campanario, bajo los bancos, detrás de alguna columna. «¿Qué buscas, Pilar? La misa se ha cancelado», preguntó don Francisco a la que estuvo a punto de ser su pareja. «A Isidoro, mi novio-respondió-. Ha desaparecido. »

No hay comentarios:

Publicar un comentario