viernes, 21 de febrero de 2014

3 errores ("cuanto menos", "sacar pecho de" y "funcionario público") - La lavadora del castellano

En La lavadora del castellano, o sea, en una de las secciones del blog, comencé a analizar en octubre de 2013 algunos errores que cometen los castellanoparlantes. En la anterior entrega repasé tres: el uso indebido de en tanto que y de adolecer y de la redundancia de la expresión «homosexuales y lesbianas». Esta vez saco a colación otras tres faltas que atentan contra la corrección idiomática: sacar pecho de, cuanto menos y funcionario público.

Comenzaré con cuanto menos. ¿Su uso es agramatical?, os preguntaréis. Depende del contexto en que se inserte. Cuanto menos se emplea en enunciados de dos elementos, uno de los cuales varía su significación, dependiendo de si cambia o no la expresión de cantidad que el otro elemento alude. Es el caso de "cuanto menos duermas, más cansado estarás". Sin embargo, su uso es erróneo cuando equivale a por lo menos y a como mínimo. En ese caso y cuando se quiera matizar algo dicho con anterioridad, se debe utilizar cuando menos. Baste mencionar dos ejemplos bien ilustrativos: «Antes de acostarse, ella engulló, cuando menos, veinte bombones» y «Esa película me resultó soporífera o, cuando menos, trasnochada».

La segunda falta, en un sentido estricto, no lo es, puesto que la RAE no la censura, pero sí la desaconseja. Me estoy refiriendo a sacar pecho de. El DRAE define esta locución verbal como ‘adoptar una actitud de orgullo, de arrogancia o de desafío’ y como ‘actuar con decisión y valor ante una situación difícil’. Debido a la influencia de presumir y sacar provecho, que se rigen de la preposición de, probablemente los medios de comunicación han reemplazado por, la preposición correcta para esta locución, por de. Por tanto, se prefiere «Ante la adversidad, sacó pecho por su constancia» frente a «Ante la adversidad, sacó pecho de su constancia». 

Por último, trataré otro error que afecta a la redundancia: la combinación funcionario público. Si funcionario significa ‘persona que desempeña un cargo público’, tal y como define el DRAE, ¿acaso es pertinente incorporarle el adjetivo público? Evidentemente, no. Es redundante. Pese a ello, escritores de la talla de Miguel de Unamuno tampoco escapan de esto. En un epistolario a Eduardo Marquina suyo podemos leer: "Sufrirá usted muchas cosas como la del Heraldo. En España hoy el más libre es el funcionario público; el Estado el que menos oprime".

BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES CONSULTADAS:

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