¿Qué estudiante a lo largo de sus estudios primarios no ha oído hablar del Homo habilis o del Homo nearderthalensis? ¿Quién ignora que el humano actual pertenece al Homo sapiens? Pero, ¿cuántos tienen constancia de la existencia de una nueva especie del género Homo? Sí, habéis leído bien. No aparece en los libros de texto, tampoco en los medios de comunicación. Pero, el Homo talifán convive tan cerca de nosotros que un ejemplar suyo, por ejemplo, puede estar camuflado en la apariencia inofensiva de una adolescente histérica con brackets. Que no cunda el pánico, de momento. Es conveniente afrontar la aparición de tal especie con la mente fría. De capacidad craneal similar a la de cualquier humano y de cavidad craneana con el mismo contenido que una pelota de ping-pong: aire, el Homo talifán pasa inadvertido por las calles de tu localidad. No obstante, si sigues los consejos que voy a exponer, podrás reconocerlo fácilmente. Lo malo es que no hay ninguna maldita manera de evitar el contacto con los talifanes (que es su denominación más hogareña), ni con una ristra de ajos ni siquiera clavándoles una estaca en el corazón. No son vampiros, pero se multiplican con una rapidez vertiginosa. Así que cuanto antes te acostumbres a su presencia, mejor.
Veamos, ¿cómo reconocerlos? Suelen ser del género femenino, tener un timbre de voz apitufado y adolecen de falta de personalidad y de opinión propia. ¿Ya está? Perdón, se me había olvidado unas poquitas carencias más. Falta de autoestima, falta de cultura musical (bueno, si sólo fuera musical..., digamos que falta de cultura en general), falta de sensatez, de entretenimiento, de neuronas, de afecto, de aspiraciones, de objetividad, de... Paro, porque esto puede acabar en una crisis asmática. Además, esto se estaba pareciendo por momentos al Un, dos, tres... y tampoco es plan. Pero, si hay algo que puede matarte de asma no es pronunciar tales carencias, sino algo peor, mucho peor. Mucho peor incluso que tener que decir en un minuto todos los triunfitos de talent shows que han fracasado estrepitosamente, que ya es bastante, porque entre todos las ediciones de OT, El Número Uno o La Voz deben de haber... No es por ser cruel, pero si Mayra Gómez Kemp me dijiera "Por 25 pesetas dígannos triunfitos fracasados, como por ejemplo Geno; un, dos, tres... responda otra vez", conseguiría tal suma de dinero como para pintar de oro todas las paredes de Madrid. Pues eso, hay algo peor que esto. Los clubs de talifanes. Sí, ¿a ver quién es capaz de enumerar en sesenta segundos todos los clubs de talifanes? Alboranistas, auryners, beliebers, directioners, bisbaleros, bustafans, los little monsters de Lady Gaga... Un ventolín, por favor.
Veamos, ¿cómo reconocerlos? Suelen ser del género femenino, tener un timbre de voz apitufado y adolecen de falta de personalidad y de opinión propia. ¿Ya está? Perdón, se me había olvidado unas poquitas carencias más. Falta de autoestima, falta de cultura musical (bueno, si sólo fuera musical..., digamos que falta de cultura en general), falta de sensatez, de entretenimiento, de neuronas, de afecto, de aspiraciones, de objetividad, de... Paro, porque esto puede acabar en una crisis asmática. Además, esto se estaba pareciendo por momentos al Un, dos, tres... y tampoco es plan. Pero, si hay algo que puede matarte de asma no es pronunciar tales carencias, sino algo peor, mucho peor. Mucho peor incluso que tener que decir en un minuto todos los triunfitos de talent shows que han fracasado estrepitosamente, que ya es bastante, porque entre todos las ediciones de OT, El Número Uno o La Voz deben de haber... No es por ser cruel, pero si Mayra Gómez Kemp me dijiera "Por 25 pesetas dígannos triunfitos fracasados, como por ejemplo Geno; un, dos, tres... responda otra vez", conseguiría tal suma de dinero como para pintar de oro todas las paredes de Madrid. Pues eso, hay algo peor que esto. Los clubs de talifanes. Sí, ¿a ver quién es capaz de enumerar en sesenta segundos todos los clubs de talifanes? Alboranistas, auryners, beliebers, directioners, bisbaleros, bustafans, los little monsters de Lady Gaga... Un ventolín, por favor.
Realmente, se trata de un fenómeno que atraviesa fronteras, épocas y culturas. No me refiero al seguidor que compra sus discos o que va a los conciertos sin más, que conste. De hecho, Tanto de Alborán no me parece un mal disco; Auryn tiene alguna canción pegadiza; Bustamante y Bisbal han mejorado en cuanto a calidad musical; me fascina la actitud transgresora y amadonnada de Gaga; y del resto, bueno, ejem, ejem... Todos tenemos algún grupo o solista que nos encanta. En mi caso, soy bastante seguidor de LOVG y de Amaral, pero, claro, hay que distinguir entre seguidor (o fans, sinónimo que procede de fanatic, por lo que se aproxima más al Homo talifán) y talifán. Ambos son partidarios activos de algo o de alguien, pero sólo el Homo talifán actúa con un alto grado de fanatismo e histeria. Como comprenderéis este apunte "enciclopédico", no aparece en el DRAE, tan obsoleto como siempre a pesar de sus esfuerzos. Es curioso, pero cierto: palabras en desuso como seguidero (sinónimo de seguidor) continúan en él con la misma función del relleno de una almohada de Ikea, la de rellenar, en cambio otras tan actuales como pochar o gominola, no. Caso digno de Cuarto Milenio.
"DECÁLOGO DE SUPERVIVENCIA DEL HOMO TALIFÁN
1. Objetividad cero. Defiende a muerte a tu grupo o solista favoritos. Una talifán, como tú, ser superior donde los haya, ser mucho más avanzado biológicamente que esos decrépitos seres humanos, debe apoyar siempre a su líder. Siempre, he dicho.
Ejemplo práctico.- Si eres, por ejemplo, un little monster y Lady Gaga plagia un tema suyo, no pienses jamás que es una tomadura de pelo. ¡Por amor de Dios! ¡Cómo ella, tu guía espiritual, va a hacerte eso! Jamás. No sería una copia, sino una prueba de fuego, para saber quién es un Homo talifán de verdad o no. Que sí. Como cuando tu profesora te hace una pregunta trampa, pues igual. No caigas en esa trampa. Además es probable que lo haya hecho para que vuelvas a sentir las mismas mariposas estomacales que cuando la escuchaste por primera vez. Romanticismo puro, oiga.
2. La tradición musical no existe. Tu líder ha creado todo de la nada. Ese cantante que tanto admiras, por el que morirías, es un ser superior, incluso más que tú, que ya es decir. Así pues, nunca copia, ni se basa en nadie, a la hora de escribir sus canciones. Faltaba más. En el caso de no componer, también has de admirar las composiciones de sus súbditos, esos musiquillos que crean los himnos de tu grupo.
Ejemplo práctico.- Imagina que algún loco descerebrado (o humano, que es más breve) miente diciendo que Feel this Moment de Pitbull emplea un sample de Take on me de A-ha con argumentos del tipo "es que el tema de Pitbull es de 2012, y este último es de 1984". ¡Por Júpiter! Todo el mundo sabe que "2+0+1+2" da 5, y que "1+9+8+4" da..., da... ¡Qué más da! Muchos números ya está, un talifán no debe pensar; debe, por contra, centrar sus esfuerzos en idolatrar a su ídolo. Y punto en boca. ¿Qué es más -cinco o veintitantos-? Por lo tanto, como 5 es menor, el tema de Pitbull es más antiguo. De hecho, todo admirador fanático debe saber que sus ídolos inventaron todo: los riff, los acordes, los estribillos, la guitarra, el lenguaje humano, el fuego...
3. Colecciona todos sus productos. Lo que te distingue del resto de mortales es eso. No te puedes conformar con tener todos los discos de estudios, los álbumes en directo o los recopilatorios. Eso es cutre. El Homo talifán ha de reunir todo el merchandising. Y todo es todo (esto es obvio hasta para ti): la taza con el logo del nuevo disco, la cuchara con la firma de cada miembro de la banda, todas las camisetas a la venta para tenerlas en sus diferentes colores, el cepillo de dientes de tu ídolo subastado, una bolsa con las heces de la mascota del vocalista... ¿Hasta aquí? Craso error. Tienes que comprar dos unidades de cada cosa para cuando toque limpiarlas, bueno, otro ejemplar más, por si se rompe, o se pierde, o tu madre te lo tira por no comerte las lentejas... Lo típico...
4. Empapela todo con fotografías del grupo o solista a modo de identificación. Deja en casa si quieres el DNI, la tarjeta de la Seguridad Social, el bocata para el recreo, pero nunca, bajo ninguna excepción, tu carpeta forrada de las fotografías con el torso desnudo de tu ídolo. La SuperPop es una fuente perfecta para tales menesteres. Si eres una principiante en esto de seguir a productos de discográfica, en especial, a los mojabragas, con la carpeta es suficiente. Pero, si quieres medrar en la jerarquía, ponte las pilas. Forra con fotos de revista todo: el boli, el lápiz, el cuaderno, la cartera, la boca -si es posible-... En el ámbito doméstico, también hay que hacer un gran esfuerzo, pero ¿qué más da?, ¿acaso no harás más feliz a Alborán, a los Auryn o a Gaga si acaparas de fotos suyas todo el frigorífico? Además, nunca se sabe cuándo pueden ir a tu casa para darte las gracias por tanto sacrificio. Igual que cuando tu madre te dice "hijo/a, limpia tu cuarto, que si pasara algo malo, que quiera Dios que no pase, y tiene que venir el médico, va a decir para sí "¡qué gente más cerda!". ¡Virgen Santísima! Se me olvidaba recordaros que el cuarto tiene que estar empapelado de fotos y carteles. Es fundamental que tengas en cuenta que no puedes cubrir la puerta con un póster, ya que te puedes quedar encerrado/a, lo que a la humanidad le importará un bledo, pero no a tu ídolo. Él, gracias a tu inversión en él, come y se forra. Por lo tanto, ya sabes celo en la puerta, no, caca. Asimismo, llenar la habitación de estos papeles es una idea estupenda, ya que se te podría olvidar a la mañana siguiente de quién eres fan, y, claro, eso sembraría el caos. Además, es probable que veinticuatro horas después nadie se acuerde de tu grupo preferido, pero puede sobrevivir al olvido gracias a tu labor de empapeladora.
5. Debes ser un/a espía. Si hay algo fundamental en tu labor como talifán es eso, debes controlar los medios de comunicación para saber quién va contra la filosofía de tu tribu. Si cazas a un desertor, debes humillarle, que pague por su osadía (¡hombre ya!), debes tortularle. Por cierto, nada como ponerle el estribillo de Solamente tú de Pablo Alborán hasta que se convierta en un Homo talifán. Si grita, si pide la eutanasia, si pide veneno, no te preocupes: la terapia irá dando sus frutos. ¿Y qué hago si no soy alboranista?, te preguntarás. No importa, oblígale a escuchar la canción más ñoña y repetitiva de tu boy-band, y voilà. Mano de santo. En el caso de resistencia, ponle Que me quiten lo bailao, la canción que España llevó a Eurovisión'11 y fin. La panacea, en resumen. Gritarle con tu voz de pito también resulta estridente.
6. Escribe con faltas de ortografía a tus desertores. Faltas, faltas, eso es lo que les jode. A todo aquel que critique a tu líder o tus líderes coméntale en Youtube, Twitter, su blog o cualquier otra red social escupiendo homicidios contra tu lengua. Eso les sentará como una llama ardiente en sus ojos. Migraña, aumento de las dioptrías... Mil cosas les puedes provocar. Pero, no importa el Homo sapiens está destinada a desaparecer, mientras que una raza como la nuestra, la de los talifanes jamás se extinguirá. En el caso de que un heterodoxo discrepe de tus gustos y de tus costumbres en cuanto que especie superior con referencias a la humedad de tu ropa interior o tus aptitudes intelectuales, ni caso. Apiádate de él. No todo el mundo puede entender el arte. Además, ¿qué vas a esperar de alguien que prefiere a Queen o AC/DC frente al todopoderoso X ("x" igual a tu líder, ya sea One Direction, Auryn o El Koala)?.
Ejemplo práctico.- Buenas intervenciones en Internet son, por ejemplo, "qe berwenza m da la jente komo tuuuu... Pablo Alborán (siempre debe escribir con correción el nombre del líder) es ell mejoo", o "Hamooo a Auryn, son mi bida, x eyos mato". Sin comas, ganarás más puntos.
7. Sacrifícate. Tus padres te lo habrán dicho cientos de veces eso de "que si quieres algo, te lo tendrás que ganar". Tus profesores también. Así que no desdeñes ninguna idea para alcanzar el Top 1 como talifán. El Homo talifán no tiene que tener remordimientos al menos que éstos vayan contra los principios de la tribu talifana, entiéndase como el conjunto de ejemplares de nuestra especie que profesa devoción y fanatismo por alguien. Así que debes cumplir con tu deber como miembro de tu especie ya sea para robar pintalabios del Mercadona con los que pintar las pancartas para los conciertos, ya sea para esperar tres días en la cola para estar en primera fila en una actuación, o ya sea, simplemente, para crear un partido, con tintes fascistas, con el fin de promover la pervivencia de tu especie. Para más detalles, continúe leyendo el siguiente consejo. Además, debes tener en cuenta que si llevas ropa interior, la compenetración con tu artista y la transmisión de la música será menor. Así que tú sabrás lo que haces.
8. Ten y demuestra tu nacionalismo. Para el Homo talifán no hay fronteras, sino que los límites geográficos se establecen basándose en el fanatismo para con tu grupo o intérprete favoritos. Aunque tú, en cuanto talifán, tengas armas como los singles, sus remixes, sus maquetas, te conviene ser pacífico/a. Aún así, una de tus obligaciones es estar preparada para la guerra y para la creación de un partido fascista, pero no uno cualquiera, sino el Partido, con mayúsculas.
Consejos prácticos.- a) Defiende la preservación y exaltación de tu raza, en cuanto que raza superior. Auryners, bisbaleras, directioners... No importa. Hasta orejudos (orejudos, no seguidores cualesquiera de LOVG. b)Apoya una política militarista e imperialista, y la extinción de otros pueblos si hace falta. c) Rechaza la opinión libre, de hecho, hasta la tuya propia, si la canción es pésima, te debe gustar. Ni se te ocurra. Criticar, tienes que apoyar a tu grupo pase lo que pase, ellos luchan cada día por tus sueños, para que seamos felices, se desloman por nosotros. Entonces, ¿vamos a ser tan desagradecidos criticándoles? Un poco de caridad, por favor. d) Desconfía en la razón y apoya la legitimidad de la violencia. e) Saluda de un modo especial. Si sigues a Bisbal, da una vuelta como las suyas, por ejemplo.
9. Tus ídolos son los grandes exponentes de la lengua. El mundo es injusto, lo sé. ¿Cómo es posible que ese analfabeto Neruda aparezca en los libros de texto y el gran poema de "Ave María, ¿cuándo serás mía?", no? ¡Qué manejo de la lengua! ¡Qué rima tan original! Con apóstrofe, y todo. Sí, al hablar sueltan expresiones tales como "eres toda una monstrua", "colega", "tronco", "es cool", admírales, no todos manejan el castellano con tan altas cotas de maestría. Por si fuera poco, algunos manejan dos idiomas. Su bilingüismo ha alcanzado tanta perfección que casi ningún nativo los comprende. De hecho, se está contemplando la idea de añadir el nivel D2 al Marco común europeo de referencia para las lenguas. De este modo, no dudes en sostener que tu grupo favorito pronuncia a la perfección un idioma extranjero. Incluso, aunque diga "haf iu ever siin de gel of iu drims sis jast ten estep fron mii siis de uan". 12 points para ese inglés. Tremendo. Emocionante. Por supuesto, la ironía y el sarcasmo para nosotros no existe. Pagar el pato sólo puede significar dar cierta cantidad de dinero para poder llevarte un pato de un establecimiento.
10. Grita. Recuerda que el Homo sapiens está sordo y por eso no comprende el grado de fanatismo que sientes hacia tus ídolos, por lo que grita. Ya sabes que cuanto más gritos produzcas, mayor será la persuasión. También es importante que grites, a lo mejor con suerte acabas en los teatros más importantes del país cantando como soprano, o mejor, con el doble de fortuna acabas en la cárcel por destrozar los tímpanos del resto de terrícolas. "
Hasta aquí llega el decálogo. Pero, sobre todo, tú, como Homo sapiens, procura evitar los griteríos del Homo talifán. Ahora una experiencia personal. Hace unas semanas, se celebró en Murcia el Playa 40 Pop, un festival veraniego promovido por Los 40 Principales, y cuando Auryn apareció por el escenario después de otros grupos -tuvo que ser el plato fuerte de la noche, porque los dejaron para el final...-, entonces muchos, muchísimos ejemplares de talifanes comenzaron a saltar, gritar como locas... Al principio, dudaba si se comportaban así por fanatismo o por miedo a que comenzar a brincar como saltamontes después de una borrachera. Sea como fuera, en esto último acertaron, porque alguno de los Auryn me dio demasiada vergüenza ajena, además de pereza. De hecho, cuando terminó el festival llegué a casa con la idea de que esas chavales estaban aterradas por las inminentes coreografías y por los numerosos berridos; pero, un poco más tarde, caí en la cuenta: estaba rodeado de especímenes del Homo talifán.
Muy bueno
ResponderEliminarMuchas gracias, Matías. Es un placer leer algún comentario (y si es positivo, mejor xd) y ver que dedicar horas a escribir tiene su agradecimiento y alguien que lo lee. Además, este post lo publiqué en el foro de LOVG (si no me equivoco, eres también un forero de allí) y bueno ha servido para algo. Pues eso, gracias por leerlo, y más aún con lo extenso que es. :D
ResponderEliminarPues me gusta tu enfoque, tu entrada es mucho más completa que la mía, que nació en un momento de rabia por un incidente con este subgrupo social.
ResponderEliminarBuenisimo post! Me encanta como lo explicas :)
ResponderEliminarQue gustazo leer algo así.
juanilodvg :)
De verdad muchas gracias, juanilodvg!! Aunque pueda parecer una tontería, me alegra conocer la opinión de quien me lee, ya sea para recibir críticas positivas o negativas. Anima a seguir leyendo. ¡Gracias!
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