Para
empezar, cabe recordar aquel 16 de julio, día en que se estrenó el primer
single LA NIÑA QUE LLORA EN TUS FIESTAS.
Shock y decepción iniciales. Parecía una canción más propia de Fangoria que de
LOVG. Sin embargo, a través de decenas de escuchas y lo que me gustaba el verso
“pienso en ti cada vez que me alejo de ti”; llegué a la conclusión que el grupo
iba por buen rumbo y que el nuevo tema era digno de suceder a los primeros
singles anteriores. No obstante, el mérito no es sólo del grupo, sino la labor
de Simon Nordberg, productor del disco, que ha conseguido que de una canción normalita y un tanto plana en su melodía sacar un tema
redondo gracias a los elementos de música electrónica. De hecho, me parece la
única canción que está terminada; en cambio, a los demás temas les falta cierta
rotundidad y les sobra “parapapas”, “dadaradas” y otros elementos por estilo
así como metáforas usadas hasta la saciedad y “soles”, “mares” y “ciudades”. NOTA: 17/20
El
segundo track es DÍA CERO, que es un
quiero y no puedo. Posee aires épicos, un comienzo casi heroico, un piano de
los más originales del disco que sucede al primer estribillo, y cambios
constantes en el ritmo. Pero, ¿en qué falla? Pues en que la música está
demasiado alta, por lo que la voz de Leire queda ahogada en un mar de sonidos,
más bien, prescindibles. Asimismo, pese a tener una de las mejores letras del
disco (mérito no tan difícil visto que la calidad lírica del albúm es
insultantemente inferior); la estrofa que precede al segundo estribillo es
demasiado breve. Cada vez va perdiendo fuelle (al contrario que su “hermana” Muñeca de Trapo) y al final la única
razón por la que merece la pena escuchar Día Cero es por el estribillo (El día cero se acabó y sigo sin tu absolución.
/Esta madrugada llueve en la ventana de mi habitación). NOTA: 15/20
Y
llega la primera balada: PALOMA BLANCA.
Con reminiscencias a Historia de amor,
parece que los chicos han querido escribir un baladón. La idea de abordar el
tema del aborto es buena; pero la ejecución, no. ¿No podía ser más diabética,
más sosa ni más pretenciosa? Eso sí, la música que hace de puente entre los dos
últimos estribillos y este último son bastante rescatables. NOTA: 11/20
Tras
un tema que arrebata la energía que parecía prometer la banda donostiarra,
llegue la canción que da título al álbum: COMETAS
POR EL CIELO. ¿Las estrofas? Geniales, lo mejor de LOVG desde hace mucho
tiempo. ¿El estribillo? Pues no tanto, ya que pese al apotéosico “a volar
cometas por el cielo” llega el incoherente, el nada creativo “como el sol, como
el mar”. ¿Era necesario? ¿Era también necesario bajar al 1 el volumen al llegar
el final acústico? Además, hubiera estado bien que repitiera el estribillo
alguna vez más. NOTA: 14/20
LAS NOCHES QUE NO MUEREN, el quinto track, se presentía, a mirar por su
título, como otra ración de la electrónica que parecía proclamar LOVG en su
nuevo disco con la elección del primer single. Pero, sorprendentemente, es la
típica canción que podía estar en cualquier disco orejero: un estribillo semejante a 20 de Enero; un sonido naïf y las usuales referencias que se
aprecian en muchas de las composiciones del grupo (una fecha, un paraguas…). Lo
mejor del tema, en mi opinión, el incesante “me tuve que marchar” y el
despliegue musical que lo acompaña. Con todo, reconozco que pueden ser algo “excesivos”
y que este “excedente” tiene como causa más probable la pereza perdiendo así
parcelas de rotundidad. NOTA: 15/20
Para
muchos foreros, el sexto track es el temazo del disco. Para mí, sólo lo es si
se tiene en cuenta la letra y si se obvia esos “la-la-la” que descaradamente
son de relleno. Asimismo, me decepciona que el ritmo ascendente y trepidante
del estribillo no sea más que humo, porque ahí se queda EL TIEMPO A SOLAS. Por cierto, al menos con este tema parece más
convincente que LOVG tiene historias que contar, porque lleva ya muchos años
hablando de amoríos, dependencias de todo tipo, etc. Me gusta, por tanto, el
enfoque que se le da al vacío existencial que sufre la protagonista del tema,
tras la muerte de su esposo. NOTA: 13/20
Y
llegó el peor tema de La Oreja en toda su historia: PROMESAS DE PRIMAVERA. Una canción que se les fue de las manos; un
intento fallido de mostrar el compromiso social del grupo con la situación
política del País Vasco; un despropósito que recuerda tanto a la choni-canción del verano de cuyo nombre
prefiero olvidar; y una metáfora tan cutre. Eso es “todo” lo que es la canción.
Lo único salvable y de los mejores pasajes del disco es “vestirán las calles
cientos de cerezos en flor”. NOTA: 2/20
UN MINUTO MÁS es una canción que no está destinada a ser single. Eso está claro; pero creo que es
una canción agradable y cálida. Sin embargo, no me gusta para nada el orden que
ocupa, pues al igual que Paloma Blanca rompe los pasajes más enérgicos del
disco y eso, a la larga, resta unos cuantos puntos a mi valoración general del
mismo. NOTA: 11/20
Y
en la pista 9 llega el “trallazo Copperpot”, un tema con un estribillo
contundente, una letra divertida y unas metáforas made in LOVG. Pero parece como si la despreciara un poco el grupo
relegándola al puesto 9. De este modo, al estar entre dos baladas poco
“agraciadas” la canción pierde brillo. De todos modos, para mí, MI CALLE ES NUEVA YORK es un temazo. NOTA: 18/20
A MIENTRAS QUEDE POR DECIR UNA PALABRA se
le podría haber sacado más partido; porque la canción tiene potencial. La
canción es bonita y agradable, pero ya está: no hay novedad, suena a lo de
siempre… Eso sí “mientras queden dos cepillos en el vaso” me chifla. Es, si
cabe, lo único sublime del tema. NOTA: 13/20
Finalmente
el disco físico acaba con ESTA VEZ NO
DIGAS NADA. Ésta peca de sobreproducción como de sustentarse en clichés para hablar de la homosexualidad.
Y también tengo que decir que, por muchas capas que le metan, la canción no da
para más. Es una canción correcta y punto. NOTA:
10/20
Antes
de acabar mi crítica, quería citar la falta de cohesión y de coherencia, lo que
impide que el disco tenga un concepto. Con otras palabras, parece una colección
de singles y unos cuantos temas de
relleno. Y, sin duda, el orden de las canciones que alternan canciones
enérgicas con las baladas hace que el disco vaya perdiendo fuelle. Así que, al
igual que en un equipo de fútbol, por muy buenos que sean los futbolistas, si
éstos no juegan en equipo; lo más probable es que pierdan el partido.
Otro
error gordo es que LOVG ha perdido la poesía que impregnaba sus letras cayendo
así en canciones más superficiales e infantiloides. También, la experiencia les
va pasando factura; pues ya no hay sorpresas en los temas, no hay giros… Tengo
la impresión que sólo buscan lo efectista, por lo que eso de que ya no quieren
repetir fórmulas clásicas no me lo creo mucho. ¿El resultado? Es un disco
amable, entretenido; pero, también, prescindible con canciones que, si no las
escuchas, no se las echa de menos.
NOTA DISCO FÍSICO: 12,5/20
BONUS
TRACK.-
EPIFANÍA es una canción tranquila sobre un encuentro sexual. Me
gusta, pero tampoco se la echa de menos en el disco físico. NOTA: 10/20
ME FALTA EL AIRE me gusta bastante más que algunas del disco. Podría
ocupar el puesto de Promesas de Primavera.
Suena fresca, desenfadada y me recuerda al espíritu de El viaje de Copperpot. Pero, a pesar de todo, es prescindible. NOTA: 14/20
DOS COPOS DE NIEVE es sin duda la sorpresa de la “era cometas” por su
novedad, su energía y la rotundidad del estribillo. Bueno sí, es verdad: el
“loca loquita loca” sobraba y mucho. NOTA: 18/20
No hay comentarios:
Publicar un comentario