martes, 4 de agosto de 2015

YEARS & YEARS - Communion (Reseña)

Years & Years publicaron su primer disco, Communion, hace unas semanas, después de que la banda se formara en 2010, después de la marcha de algunos miembros, la llegada del vocalista Olly Alexanders y del prestigio premio Sound of 2015, ganado en anteriores ediciones por artistas de la talla de Haim, Adele o Keane. Ellos mismos confiesan que entre sus influencias se encuentran Hot Chip o Major Lazer, aunque, en mi opinión, Years & Years ofrece una música más ligera, con esa atmósfera sensual y misteriosa, si bien esta banda la sirve con menos densidad y más agradable a la primera escucha. Hot Chip son, además, más experimentales.

Take Shelter, Real, King, Desire y Shine han sido los singles de Communion lanzados hasta la fecha y, sin duda, garantizan un éxito comercial al álbum, pues estos cinco temas destacan por su eclecticismo, por la fusión del R&B con ritmos exóticos y un synthpop fresco, capaz de gustar (o, al menos, de no desagradar) a las masas, sea cual sea su educación musical. Take Shelter es el ejemplo perfecto de lo que digo y junto a King, el gran éxito del grupo. Real es un medio tiempo que no abandona la cadencia sensual de Take Shelter, y una melodía pegadiza pese a que en un principio no lo parezca. Otro medio tiempo es Shine, menos atmosférico, pero con un estribillo elegante, pegadizo y de los más redondos del álbum. Desire, por su parte, bebe del Vogue de Madonna y, en general, del house. Con todo, el resultado no está a la altura de las expectativas y lo cierto es que es el peor single. Y el éxito absoluto es King, el tema más movido del disco y disfrutable tanto si estás tirado en el sofá como para bailarlo en la playa y darlo todo en las discotecas este verano. 

Es evidente que hay dos pistas centrales: Take Shelter y King. Más allá de ellas, encontramos temas que parecen cortados por el mismo patrón, que reciclan los ingredientes de estos. En el bando del primero tendríamos RealGold y Ties, que suena a futuro pelotazo y me atrevería a decir que es aún más potente que Take Shelter. Además con ese incuestionable toque ochentero posee una contundencia que la débil y prescindible Gold, aunque correcta, no posee. En el bando de King tenemos Shine, similar al primero aunque más calmado, Desire, y el bonus track tremendamente pegadizo I Want To Love. Por su parte, Worship es un híbrido entre Take Shelter y King  en el buen sentido, posee una melodía enigmática y todas las papeletas para ser el próximo single. 

En cuanto a las baladas (Foundation, Eyes Shut, Without, Memo y Ready For You), ninguna aporta nada que no aporte ya Sam Smith, por poner un ejemplo. Toda la originalidad y la frescura de los medios tiempos y de los temas rápidos desaparecen en los temas lentos, en los que se percibe con mayor nitidez el estilo musical de las boybands. Esto último no tiene por qué ser negativo, y en este caso no lo es. Con todo, sí cabe reconocer que los temas ganan con ese filtro indie de la producción.

NOTA 14/20

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